Septiembre 2009
Rizos, espirales
como caracolas rojizas.
Tu olor a sal y arena
tu piel color de espuma.
Del centro de tu cuerpo
brotan dos copos de nácar
con puntas rosadas, coralinas.
Te movías en un ritmo pendular
eras un oleaje lento.
El amor lo hacías con calma
siempre te tomaste tu tiempo.
Me encantaba lamer tu sexo
era tratar de beberse el mar entero.
Admito que al principio no sabía tomarte
mas aprendí a leer tus señales y signos
de tu vapor, tu neblina y tu humedad empecé a valerme
para reconocer el preciso momento
en que mi lengua se volvía un pez embravecido,
entonces tu vibrabas, ronroneabas y gemías
te volvías el océano, derramándose sobre el desierto.
Y la frase que hace 8 meses te dije que cambiaras , no la cambiaste !!! Noto que ni en cuenta tomas los consejos de tus colegas...Pero yo me quedo con el último verso surrealista de tu poema.
ResponderEliminarme gusta más! mejor empiezo con este (L)
ResponderEliminarMe gustó más el anterior, debo decirlo.
ResponderEliminarEste me pareció algo gráfico y predecible.
Saludos, te sigo leyendo...
Te estan matando con los comentarios!
ResponderEliminarcheee!!! ponganse las pilas, no estubo tan empalagoso como mucho que se lee, coincido con oliverio en lo delos ultimos versos